Cementerio de Gárgoles de Arriba

En el año 1835 y en el siguiente, se llevan a cabo varias inhumaciones de vecinos de Gárgoles de Arriba en la Ermita de San Blas, al hallarse dicho oratorio fuera de la población como mandaba la Real Orden emitida por Carlos III , con dichos enterramientos se comienza la construcción de un cementerio en la población. Hasta entonces como se ha constatado a los difuntos se les enterraban en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. La población tenía la idea general que al ser enterrado en una iglesia el alma de los sepultados ocuparía mayor espacio en las plegarias de los vivos.

 El cementerio de Gárgoles de Arriba cuenta con unas reducidas dimensiones, adaptándose a lo irregular de su terreno, la parte más antigua de su cerramiento está realizado en piedra, dándole un carisma especial, en esta zona es donde podremos observar los pocos árboles que guardan a los moradores de este recinto.

Su entrada, de más actual construcción es un portón realizado en forja con cruz emergente, al lado sigue existiendo la antigua puerta del cementerio, sencilla y ajada por el paso del tiempo.

Dentro del cementerio veremos cómo se disponen las pocas tumbas que allí se encuentran, todas ellas engalanadas con mimo que hace que no reste carisma a este pequeño camposanto.

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Cementerio de Gárgoles de Arriba