Cementerio de Montañana

El Cementerio de Montañana tiene una planta rectangular muy prolongada, con un pequeño anexo, que sirve de patio y almacén, su superficie es de unos 4.000 m2.

Sus gestores, Juan de la Cofradía de Ntra. Sra. del Rosario, presidia por el párroco, este campo santo sorprende por su imagen urbana, más relacionado con algunos sectores del Cementerio de Torrero.

Al acceder al recinto nos encontraremos con una puerta realizada en ladrillo de inspiración historicista, toda ella de hierra con evocaciones del art decó en su diseño, rodeado todo en su perímetro por una galería porticada que acoge manzanas de nichos y capillas. Más moderna es la manzana central, delante de la cual se abre un diáfano espacio, en el que aún se puede ver el cerramiento de forja de alguna sepultura antigua.

Cuenta con una capilla que está situada a mano de derecha, nada más atravesar la puerta del recinto. Tienen planta rectangular y conserva el retablo neogótico de la época en la que se realiza una ampliación entre 1903-1905.

Encontraremos algunas esculturas de capillas y lápidas de interés, como la de la familia Pomar París-Frontiñan, del “escultor F. Royo”, una representación de la Resurrección de Cristo en una escena de bajorrelieve. De Sánchez Fustero, encontraremos dos obras infrecuentes por su iconografia, una que representa a San Miguel que domina a Satanás sujeto con una cadena y otra en la que un ángel se acerca a Cristo crucificado recogiendo en un cáliz la sangre de sus costado, volando sobre la bestia que representa al Demonio, sobre un fondo de flores y hojas de la Pasión.

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