Cementerio de Mequinenza

Próximo a su población y en lo alto de una pequeña cima encontramos el cementerio de Mequinenza. Su enclave hace que sus vistas sean privilegiadas pues veremos con claridad el Castillo así como el paso del río Ebro.

De solar cuadrangular, todo su perímetro se encuentra cercado por un muro de mampostería rematado por tejas a dos aguas. Su entrada principal consta de construcción en arco de media punta, bajo la que acoge su portón de acceso al recinto.

En su interior vemos como a ambos lados se van distribuyendo hileras de nichos. Éstos, se encuentran rematados en su parte más alta por pequeñas peanas con cruces latinas, donde consta a que familia pertenece y el año de adquisición. Algunas filas de ellos pertenecen a la misma familia por lo que este tipo de enterramiento da lugar a sencillos panteones. Sus ornatos funerarios más visibles son la ya antes mencionada cruz, imágenes de ángeles –mensajeros entre Dios y el hombre- así como pequeños ornatos de vegetación. También están presenta los arreglos florales.

Un segmento del cementerio de Mequinenza se encuentra adjudicado para las inhumaciones en tierra. Aquí veremos sencillas sepulturas donde su ornamentación consta de sendas cruces de forja que emergen de la misma tierra.

El lugar de interés principal de la localidad es el Castillo de Mequinenza. Ubicado casi al borde de una gran precipicio es una de las mejores referencias en arte gótico de todo Aragón, datado entre los siglo XIV y XV, esta fortaleza a lo largo de su historia ha acogido distintos hechos históricos.

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Cementerio de Mequinenza